¿Cómo elegir un buen entrenador de triatlón o running?
9 claves que debes considerar si estás empezando en el deporte
Elegir a un buen entrenador puede marcar la diferencia entre avanzar de forma saludable y motivada… o terminar frustrado, lesionado o abandonando antes de tiempo.
Desde mi experiencia como deportista amateur y creador de Zona3, aquí te comparto lo que para mí debe tener un buen entrenador si estás comenzando en el triatlón o el running.
1. Tiene que haber vivido lo que te está enseñando
Nada reemplaza la experiencia real. Un buen entrenador no solo debe saber cómo entrenar, sino también haber vivido el proceso: competir, lesionarse, mejorar, caerse y levantarse.
Ese tipo de vivencia entrega empatía, comprensión y perspectiva. Cuando alguien ya pasó por lo que tú estás viviendo, la guía se vuelve más humana.
2. Debe tener formación profesional
No basta con correr rápido o tener seguidores. El entrenador debe tener estudios serios y actualizados sobre fisiología, entrenamiento, nutrición y prevención de lesiones.
Esto le permite planificar de manera segura, adaptarse a diferentes contextos (edad, género, nivel) y ajustar la carga de forma correcta.
3. Planes personalizados (¡de verdad!)
Un plan no puede ser genérico. Tus horarios, responsabilidades, nivel de estrés y condición física son únicos.
Un buen entrenador adapta el plan a tu realidad: si tienes hijos, si trabajas a turnos, si estás recién partiendo.
Debe ayudarte a entrenar lo justo y necesario para avanzar sin agobiarte.
4. Entrenar en equipo o comunidad te motiva
Idealmente, tu entrenador debe tener un team o grupo de personas con niveles similares, con quienes puedas entrenar en algunas sesiones.
La motivación grupal, sobre todo al inicio, es clave. Y si no es presencial, al menos que el sistema online sea cercano, organizado y con contacto frecuente.
5. Feedback constante = progreso real
Tu entrenador debe darte devoluciones sobre cada sesión: qué hiciste bien, qué puedes mejorar, cómo te sentiste.
Plataformas como TrainingPeaks lo hacen más fácil, pero también sirve un audio, mensaje o reunión semanal.
Lo importante es que no estés solo: que sientas que alguien está mirando tu proceso y guiándote paso a paso.
6. Te mantiene enfocado y realista
Todos soñamos con bajar tiempos, hacer un Ironman, clasificar a algo… pero no todo se puede al mismo tiempo.
Un buen entrenador te ayuda a priorizar, a poner los pies en la tierra sin cortar tus alas. Es ese cable a tierra que te dice:
“Vas bien, pero todavía no es momento de subir la carga”.
7. Te protege de las lesiones
Más entrenamiento no siempre es mejor.
Uno de los errores más comunes cuando estás motivado es sobrecargarte.
Tu entrenador debe saber detectar eso y prevenirlo. Porque entrenar es importante… pero entrenar sano lo es todo.
8. Buena comunicación y conexión personal
La confianza y la claridad en la comunicación son clave.
Tu entrenador debe escucharte, explicarte con claridad y estar disponible. Si cada conversación es difícil o distante, no vas a sentirte acompañado.
También es importante que compartan valores. Si tú haces deporte por salud, y él solo quiere resultados… algo no va a funcionar.
9. Evalúa tu progreso con test físicos
Un entrenador serio mide tu estado inicial y luego evalúa si mejoraste.
Ya sea con un test de Cooper, un test FTP, una prueba en piscina o un control de ritmo, necesitas saber cómo estás… y cómo avanzaste.
Esto no solo ajusta el plan: te motiva ver tus logros con datos reales.
🏁 Conclusión: Elige con conciencia
El mejor entrenador no es el más famoso ni el más barato.
Es el que te escucha, se adapta a ti, y te acompaña en un proceso que respeta tu cuerpo, tu tiempo y tus metas.
Si estás empezando, tómate el tiempo de preguntar, comparar y elegir a alguien que vea en ti más que un número.
Porque cuando el guía es el correcto, el camino se vuelve mucho más disfrutable.